lunes, 8 de marzo de 2010


Con mi mirada perdida en el cielo pasaste como una estrella fugaz y yo sin saberlo y cuando me di cuenta
tu estabas en el otro lado del mar y no te pude alcanzar
porque ya te había perdido. Lo más triste, que no me dijiste adiós que note despediste de mi sin que me dieras un beso de papel. No te puedo odiar ni te puedo desear mala suerte porque sigues viviendo en mi corazón. Si te fuiste, fue decisión tuya pero recuerda cuantas veces que te dije que te amaba, cuando estabas a mi lado y que tú eras para mí el amor de mi vida. Pero, ahora solo me quedan tus recuerdos
tu olor de perfume de rosas y los besos dulces, que me llenaban de alegría y una bella fotografía, para recordarte siempre aunque te hayas ido sin despedirte de mí.

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