Quiero escribir algo que te vuele la cabeza. Que termines de leerlo y una rara sensación invada tu cuerpo. Quiero juntar palabras que solas carecen de sentido, interconectarlas y sin decir nada, decírtelo todo. Quiero sorprenderte. Quiero escribir en tu mente palabras que quedaran ahí, dando vuelta por días. Realmente quiero volarte la cabeza. Regalarte un clic literario, sin tener la necesidad de recomendarte textos escritos por otros. Quiero que mientras leas imagines, y te encuentres ahí, siendo el protagonista de mi historia. Quiero que descubras los universos que existen en los puntos que se imprimen sobre cada letra i que trazo. Quiero arrancarte suspiros con cada nueva oración que tus ojos se dispongan a leer. Quiero hacer valer ese tiempo que me dedicas, agradecerte por tu decisión y convertir ese gasto en una inversión. Quiero que me oigas a mí susurrándote al oído las palabras que tus ojos leen. Que me encuentres deambulando por tu habitación, corrigiéndote cuando lees una oración sin la adecuada pronunciación. Quiero robarte una sonrisa y que esa sonrisa se me contagie. Quiero envolverte con mis palabras, con mis ideas, con mis fantasías y con mis dudas también. Quiero enseñarte algo nuevo, y dejarte la puerta abierta para que busques más. Quiero que te olvides del afuera, del frío y de la realidad que recorre las calles en dicho momento. Quiero que seamos solo vos y yo, por el instante que vos así lo quieras. Es que realmente quiero escribir algo que te vuele la cabeza. Quiero meterme en vos, buscar y encontrar esas palabras que hace rato no escuchas, decírtelas y con ellas regalarte una alegría. Es que efectivamente, quiero volarte la cabeza. Quiero devolverte un poco de lo que vos me das. Quiero dejarte sin palabras, extasiado por las mías. Quiero hacerte entender esto que no entiendo. Es que, al fin de cuentas, hace tiempo me volaste la cabeza.